domingo, 16 de febrero de 2014

Propuesta de César de Vicente

Querría decir que me parece importante que un homenaje así pase por una lectura de sus obras: a menudo actos similares (como, por ejemplo, el del Círculo de Bellas Artes hace unos años) se reduce a exposiciones de intervinientes que valoran muy positivamente la vida y la obra de Alfonso y Eva, pero no se favorece los seminarios que permitirían conocer en profundidad una obra (o simplemente conocerla). Nosotros (el Centro de Documentación Crítica), por ejemplo, propusimos hace unos meses al Koldo Michelena un seminario dedicado a uno de los ensayos más importantes de Alfonso, Crítica de la imaginación, que plantea un cambio radical en la estética. Este libro no se ha leído y es clave en la historia del arte. Es muy grave que sus volúmenes sobre la escritura teatral, no se lean ni conocan en las facultades de Filosofía y Letras, ni en las Escuelas de
letras. Por eso, creo que sería fundamental organizar dos o tres seminarios intensivos (de unas 4 horas) que pudieran llevarse a las universidades, a las bibliotecas públicas y a las escuelas de letras.
Por otra parte, me parece que sería importante que Alfonso participara a través de, por ejemplo, Skype en actos, en coloquios. Se podrían preparar, por ejemplo, en salas como La Mirador, Teatro del Barrio, Lagrada o Cuarta Pared una hora antes (o después) de función programada, o en momentos distintos. Eso haría presente a Alfonso en lugares en los que sólo se le menciona como un autor de los años 50 y 60.
Por descontado, la pequeña unidad de teatro en la que estoy podría tratar de montar algunas cosas. En su momento ya estrenamos Los hombres y sus sombras, El nuevo cerco de Numancia, Uranio 235, una adaptación de La batalla de las ideas, y realizamos escenas de varias de sus grandes obras: La sangre y la ceniza, Escuadra hacia la muerte, El camarada oscuro, Guillermo Tell tiene los ojos tristes, Ejercicios de terror.

1 comentario:

  1. Abundando en la propuesta de César, creo que el homenaje debería ser más bien un "contraataque" múltiple y continuado tendente a contrarrestar la conspiración de silencio que hace que la trascendental obra de Alfonso y Eva sea poco conocida y esté ausente de los circuitos de la cultura oficial. En alguna ocasión Alfonso se ha autodenominado irónicamente "el hombre invisible", y hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos -que no es poco- para volver visibles, y bien visibles, a Alfonso y Eva.

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